Veronik Liberal

Veronik Liberal

martes, 27 de diciembre de 2011

Vistas desde la moto

Cuando disponía a irme para casa, despues de dar un paseo por el centro, me encontré de frente a Carlos.  Nos vimos al unísono, mi cara de sorpresa hizo que él mostrara su sonrisa pícara y encantadora. No pude evitar sonreir  y desviar la mirada.Nos saludamos con un par de dulces besos muy cerca de la boca.
"Que raro se me hace verte por aquí" dijo él.
"Ya ves, un paseo de vez en cuando viene bien" respondí.
"¿Vas hacia algun lado en concreto?"
" Me voy ya para casa"
"Pues entonces vente conmigo"
Me quedé pensativa, le eche un ojo por si intuía lo que se proponía, pero no había manera, le gustaba hacerse el interesante a veces.
"A ver, cuenta y despues te digo si acepto o no"  y eché una risa adrede, como queriendolo retar.
"Hace una temporadita que no vienes a hacernos una visita.Si coincidimos ahora por la calle que mejor que vengas ahora y así le das una sorpresa a mi mujer"
Era cierto, como nos llevabamos tan bien y me siento tan a gusto estando con ellos que acepté.Me dió un abrazo y saltó con un "¡¡ Bien!!" 
Le pregunté donde tenía el coche y me salta " hoy vas a venir en moto, ahí está, y con casco para ti "
" Eh, esto ...¿como? si nunca subí..." contesté toda exaltada.
"Pues con más razon, así pruebas la sensación de ir en moto. ¡Toma el casco!"
Lo cogo, me quedo mirando para el y pensé " al menos voy segura, y que mejor que con él "    Le doy mil vueltas al casco hasta que miro como se tiene que colocar. Carlos ya lo tenía puesto y subido a la moto.
"¡Sube!agarra  bien los pies ahí y arrimate a mí"
Uy! Solo de pensar en arrimarme a él me subía la líbido. No pude evitar acariciar sus brazos, estaban fornidos, y pasar lentamente mis manos por su torso hasta que me agarré completamente bien a él.
"¡Alla vamos!" saltó
Iba con sensación de miedo, pero a la vez de frenesí y estar a su lado me hacía sentir segura. La primera impresión al arrancar y coger velocidad fue buena, notaba como si la ropa volase. Al parar en un semaforo que se iba a poner rojo me pregunta " ¿Estas bien?"  a lo que conteste "siii".
En esto por girar un poco la cabeza para mirar a un lado y a otro me llamó la atención el coche que estaba a la derecha. Una chica morena, que estaba en el asiento del  copiloto tenía sus  pechos grandes y redondeados al descubierto, sus pezones eran pequeños y oscuros.Sus manos desabrochaban habilmente  el pantalón del chico, que estaba en el asiento del piloto. Sacó su miembro y empezó a acariciarlo suavemente. Su erección iba en aumento, la cara de él lo decía todo.
Le dí un codazo a Carlos, giró la cabeza hacia la derecha y eché una sonrisilla.
Al mirar de nuevo me encontré con la mirada de ella,  iba a desviar la  mirada pero me atrapó. Manteniendo la mirada, se remalió los labios, siguió deseando el miembro del chico con su mano izquierda y con su mano derecha pellizcaba sus oscuros pezones. Mi atención en ella se apartó cuando escuche a Carlos decir “ ¡Agarrate bien!”  Me había excitado la situación cuando la miré a los ojos y fue en aumento cuando nos la manteniamos. Con el arranque de Carlos y pegada a él me estimuló aun más. Llegamos a su casa en muy poco tiempo.
Aún con la excitación, al bajarme de la moto palpé su culo con mi mano derecha, la mano izquierda se escabullía por dentro del pantalón pero enseguida él me paró, me cogió de sopetón como si la lascivia se había apoderado de él. Me agarró de la mano  y entramos adentro.
Ana estaba en el sillón así que me acerqué a ella, arrimé mis labios a los suyos, entreabrí la boca y lentamente saboreé aquella dulce boca. Carlos estaba detrás mía , sus grandes manos paseaban por mi espalda. Notaba como mi piel se ponía de gallina. Me levantó el pelo y empezó a besar por la nuca siguiendo por el cuello. Ella se apartó,se puso de pie y dijo “ahora vengo”. Enseguida él se puso enfrente mía, su mano se posó en mi lado izquierdo de la cara y la fue descendiendo hasta el pie. Noté como si un aire caliente me recorría de arriba a abajo y gustosamente acepté su caricias con la otra mano en los pechos. No evité ladear un poco la cabeza,notaba de nuevo su boca y lengua por mi cuello.Mis manos fueron a quitarle la camisa,rocé mis dedos por su torso definido pasando por sus pezones. Mi boca buscaba ansiosamente su boca avispada, se dejó,nos besamos con mucha ansia. Nuestra excitación iba en aumento.
 Lo miro apartarse un poco diciendo “ dejate llevar…” y observo que Ana me coloca un pañuelo de seda en los ojos. Noto sus lenguas adentrarse en mi  boca, las tres se entrelazaron y se mezclaron nuestras salivas. Me liberaron de la blusa y del sujetador. Notaba cuatro manos manoseando en los pechos, los lametazos que daban a los pezones una y otra vez. Por el tacto de las manos supe que Ana bajó las suyas, las restregó por mi zona íntima, aun con el pantalón puesto, pero lo suficiente para percibir como mi cuerpo se empezaba a sacudir. Con mi mano derecha palpaba el miembro de Carlos mientras él me degustaba los pechos y pezones, dejandolos embardunados por su saliva. Oía a Carlos sus gemidos y a Ana su entrecortada respiración.
Por un instante pararon y sentí que él me quería quitar el pantalón, le ayudé y me dejó con el tanga puesto. Las caricias, los roces, los lametazos y los pequeños mordiscos de Carlos por todo mi cuerpo me hicieron estremecer como si llegase al orgasmo. Casi inapreciable, por tan húmeda que estaba y tal excitación, me la metió apartando el tanga a  un lado. Tuve la sensación como si llegara el orgasmo ya, pero fue el comienzo de una larga excitación realmente muy gustosa. Mis manos no paraban de palparle, de meter mi inocente dedo en su boca y él a veces me arrancaba unos besos largos y humedos sin casi apenas respiración. Mis gemidos se volvieron en gritos, él no paraba de gemir y respirar aceleradamente. Nuestros movimientos de pelvis cada vez eran más rapidos y fuertes.Mi excitación era tal que me hizo pensar que varias manos me estaban acariciando y un par de ellas no paraban de apretar mis pezones rojizos. No paraba de suspirar y resoplar, estaba llegando al orgasmo y noté que Carlos también llegaba.
 Se apartó y me susurró Ana“puedes quitarte la venda” Comprobé que allí estaban la chica y el chico del coche que había visto antes desde la moto.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Hondos Deseos


Media noche de halloween, te descubro en la oscuridad mientras voy paseando por el jardín interior de la facultad. Me siento a tu lado mientras el viento mueve mi falda y revuelve mi pelo.

Nos miramos, el silencio es latente. Mi respiración es agitada, los latidos de mi corazón son persistentes, mis mejillas están ruborizadas.
Tus labios besan mi cuello, mi cuerpo se sacude. Suavemente vas lamiendo mi oreja hasta humedecerla, de pronto das un mordisco...

Tus ojos me buscan y  no puedo evitar que mis labios se peguen a los tuyos, nuestras lenguas se encuentran. Noto el deseo en cada beso. Tus manos van descendiendo por mi cuerpo, llegan los primeros escalofríos. No puedo evitar que las cosquillas retumben en cada rincón de mi cuerpo.

Vas acercando tus dedos a mis pechos, también a mis pezones. La incertidumbre me ha excitado. Facilitando el encontrarte con ellos, los aprietas con dos dedos girándolos, dándoles forma. Noto cómo van creciendo, cómo se van endureciendo. Arqueo mi cuello hacia atrás, los roces me van seduciendo. No puedo evitarlo, sabes que mi sexo se está mojando...

Tus manos toman rápido mi vientre y sin temores bajas mi ropa interior, que permanece sobre las rodillas. Tus dedos están acariciando mis ingles, separando  un poco más mis piernas, el deseo comienza a llenar la sangre que me recorre, el calor va humedeciendo los pocos poros que aún faltaban por empaparse.

Mis labios te buscan con urgencia, mis besos son bruscos, pero intensos. Tus dedos se van empapando, el leve ruido que nos rodea facilita escuchar la fricción contra mi sexo. Acaricias mi clítoris. Descubres que tengo el vello rasurado, lo que te excita más, provocando que eleve más mi propio grado de excitación. Quieres ver cómo mi cuerpo se sacude, acercas dos dedos y los llevas de nuevo al interior.

Mis caderas comienzan a moverse, denotando ganas de penetración. Noto cómo me hundes tus dedos hasta el fondo. Abro los ojos como platos y muerdo los labios, aprieto los dientes,  para evitar dejar escapar un hondo y agudo gemido al sentir como aprietas uno de mis pezones. Te miro con rabia, puedes leer en mis ojos la venganza por semejante atrevimiento. No tardo en hacerlo: mi mano baja la cremallera y sin importar quién pudiera pasar saco tu erección del interior y comienzo a sobarte con las manos, masturbándote para placer de tu cuerpo y deleite del mío.

Tu pene empieza a palpitar, surgen las primeras gotas. Me separas. Levantas mi cuerpo y me obligas a sentarme sobre tu miembro. Mis nalgas se mueven, tus dedos toman mis pechos y apretando los pezones comenzamos a cabalgar. El goce era tal que llegamos juntos al éxtasis. Nos quedamos acurrucados hasta que nos sobresaltamos al oír un ruido. Giramos la cabeza hacia el lugar del que provenía el sonido... ante nosotros una calabaza, con un rostro tallado, nos miraba inmutable, sonriendo con morbosa complicidad.


miércoles, 5 de octubre de 2011

La tecnología Amante

Miraba el mar por la ventana sentada en el sillón rojo mientras esperaba a que llegara mi hermana:  habíamos quedado para ir de compras y me estaba relajando después del momento que había experimentado.
Me había conectado al msn para pasar un poco el rato y cuál no fue mi sorpresa cuando vi conectarse a David. 
Era un chico moreno, con ojos castaños intensos, desprendía mucho morbo...o por lo menos a mi me parecía. Aún no lo conocía, pero ya manteníamos bastantes conversaciones y nos poníamos la cam para vernos. Nos saludamos y nos pusimos a hablar un poco de todo.
Al cabo de un rato me preguntó si había comprado el vibrador con mando a distancia (me lo había recomendado de una pagina web), así lo había hecho y se lo hice saber .Entonces  me propuso un juego.

No sabía qué decir... tenía curiosidad: me excitaba ya el misterio que se traía en manos, pero por otro lado me daba vergüenza... y al final dije que sí. Entonces me pidió que encendiera la cam y así lo hice.
"  Lástima no poder estar ahí para separar un poquito tus piernas, para acercarme y deslizar mi lengua...así que quiero que te metas el vibrador dijo él.

En varias charlas anteriores comentó la excitacion que le producía a él hablar de cosas subidas de tono y que  yo pudiera ir pulsando el interruptor sin quitarme nada y correrme  las veces  que quisiera.

Su frase hizo mella, me noté tensa, me noté húmeda y enseguida le obedecí. Abrí el cajón que estaba a mi izquierda y lo saqué. Miré a David e imaginándome como si estuviera delante de mí subí la falda poco a poco por los muslos  hacia arriba, hasta que el tanga quedó a la vista. Antes de quitarlo le lancé una mirada de deseo a David al mismo tiempo que me mordía el labio inferior y mis dedos de manera sugerente circundaban mis pechos.

Eché a un lado el tanga, cómo olía a sexo...Separé las piernas,  mojé un dedo con mi lengua avispada y lo pasé por mi sexo. Por el gozo que experimenté, cerré los ojos y lancé  un ahogado gemido. Estaba suficientemente mojada para introducir el vibrador. Lo sujeté, con él acaricié mi parte íntima de arriba a abajo notando su dureza.Separé un poco los labios y fuí introduciendo muy lentamente hasta notarlo del todo dentro. Me sentía rara pero me encontraba excitada y sin darle aún al boton del mando.

David se remalía los labios y añadió
 " mis  manos acarician tus muslos hacia arriba, mis labios se deslizan por tu vientre. Mi boca esta cerca de tu sexo, no puedo contenerme así que acerco un poco más y mi lengua se desliza suavemente dentro de tu carne, te saboreo, paladeando gota a gota tu humedad"

La situación me daba tanto morbo que no pude evitar moverme de un lado a otro.

Él se percató y dijo  " lo sé, soy un poco maligno, pero me gusta serlo más. ¿ A qué esperas a darle al botón del mando a distancia?"

" A que me lo digas" le espeté

" Pues adelante"  y me guiñó el ojo

Miré el mando y pulsé el boton para iniciar con una  intensidad baja. Me sobresalté un poco, mi cuerpo parecía que dió un brinco y me puse colorada. Noté como el vibrador se movía en mí. Era muy placentero.

A David se le notaba  muy curioso y me dijo " Imagínate que tu dedo índice es mi miembro ¿ que harías con ella?"

Sin dudarlo ni un segundo, saqué mi lengua  y lo pasé todo alrededor hasta que me lo metí en la boca hasta al fondo. Lo chupé hasta que quedara bien impregnado de mi saliva. Con la mano izquierda bajé las asas del top y  mis pechos se liberaron, redondos y grandes, con los pezones rositas  y pequeños. El dedo índice lleno de saliva lo pasé lentamente por la aureola y el pezón del pecho izquierdo, que instintivamente se puso duro como una piedra y la aureola se enrojeció. Volví a meter el mismo dedo en mi boca para  humedecerlo bien para pasarlo ahora en el pecho derecho. Surtió el mismo efecto. Cada vez sentía más excitación y tenía la sensación de que necesitaba más, así que le di al botón del mando para tener una intensidad más fuerte. Noté como mi respiracion se aceleraba y las piernas me temblaban, así que me acomodé en la silla.

David estaba disfrutando, lo decía su mirada y su cara con sus gestos y añadió:
"Te estremeces. Tu rostro reposa sobre mis hombros soltando expiraciones y gemidos. Mis besos se concentran sobre tu nuca, aparto la melena, provocando más caricias y cosquillas. Mi otro brazo se acerca a tus pechos, acariciándolo con fuerza. Tus manos se posan en mi bulto, siento tus dedos apretando, desatando más mis deseos. Tus dedos palpan con fuerza, los míos tus pechos. La cremallera esta abajo, tus manos están sacando mi bulto del interior, la brisa acaricia mi glande, noto lo húmedo que está. Tu cuerpo se quiere acercar. El aliento de tu boca en la punta de mi erección me inunda”

Él relatándome lo que me haría junto con la excitación que tenía por el vibrador me decidieron a darle al tercer nivel de intensidad. Abrí los ojos como platos y mi mano derecha instintivamente fue a mi zona íntima, apartó el tanga a un lado y acarició en círculos el clítoris. Noté estremecerme de placer. Mi respiración acelerada se turnaba con gemidos.

Oí decir a David
"Comienzo a devorarte más y más salvajemente, mi lengua se hunde cada vez más hasta el fondo para luego deslizarse en círculos sobre tu clítoris, lo mordisqueo, y me recreo en él hasta que llegues al orgasmo"

Mí clítoris estaba rojo, los pechos tersos, los pezones duros y colorados y las aureolas sonrojadas. No parando de estimular mi clítoris, el vibrador a máxima potencia dentro de mí y con mi otra mano pellizcando los pezones… llegué al orgasmo.

Mostré una sonrisa totalmente satisfecha.

David exhibió su sonrisilla de travieso y dijo: " La tecnología es nuestra amiga en estos casos"



miércoles, 14 de septiembre de 2011

Situaciones en una cafetería

Miré entrar en la cafetería a dos chicos, estaba tomando un café recién hecho. Ya había leído el periódico que cogí de la barra. Cuando ellos se dirigieron hacia allí. Uno era rubio y el otro moreno.

Desde donde estaba sentada podía mirar a casi todo el mundo. Pero mis ojos iban detrás del moreno, así que decidí llevar el periódico a la barra para verlo más de cerca. Pude contemplar que tenía unos brillantes ojos castaños, una sonrisa muy bonita, brazos fuertes pero no musculosos y un cuerpo bastante elegante.

No me esperaba que coincidieran nuestras miradas, así que reaccione cogiendo otro periódico y yendo hacia donde estaba sentada. Notaba como el rubor se hacia latente en mis mejillas, así que puse el periódico delante de mi cara, y cuando se me paso, puse el periódico encima de la mesa. Dirigí mi mirada hacia donde estaban; el rubio ya no estaba, pero el moreno seguía allí, tomando algo y mirando para los lados, parecía aburrido.

Hojee el periódico y cuando iba a ver al chico de nuevo me sobresalté, estaba enfrente mía y sin mediar palabra se sentó. No sabía que decir, el tampoco dijo nada. Estuvimos un buen rato manteniendo la mirada hasta que apareció una chica, preguntaba si podía coger el periódico para lo que estaba leyendo...

Noté un roce como una ligera brisa en mi pierna desnuda, llevaba minifalda, no sabía que hacer… ni decir… tan solo deseaba que se fijara en mi el chico. Tal era la vergüenza que me subía la libido.

Eché la vista a un lado y me fijé en que la chica que vino a por el periódico nos miraba, mordisqueaba el labio y balanceaba las piernas. Era muy guapa, con unos ojos verdes, irradiando misterio. No pude apartar la vista hasta que noté un cosquilleo en mis manos que me hizo reír. El chico por fin se mostraba juguetón...

Me asusté cuando percaté unas manos muy suaves en mi cintura, sentía un mordisquito en mi lóbulo derecho y que me susurraban “Tengo muchas ganas de jugar contigo y que ese chico nos mire”.

 Le sujeté las manos y giré un poco mi cabeza, era ella, coincidieron nuestras caras, nos mirábamos con demasiado interés, mojé mis labios, los acerqué a los suyos y sin mediar palabra la besé. La lascivia se había apoderado de mí. Cuando separamos las bocas me levante, cogí su mano para llevarla al baño, no sin antes pasar mi dedo por los labios del chico. Había gente en la cafetería, notaba miradas...pero no quería dejar pasar aquello que cada vez me excitaba más.

Apoyada contra la pared del baño, empecé a acariciar su lindo cuerpo, milímetro a milímetro. Noté que aumentaba su respiración cuando rocé ligeramente mis dedos por sus pechos. Con la punta de mi lengua rocé sus ansiados labios, mis manos se apoyaban en sus caderas. Ella sin reprimir sus ansias me dio un buen morreo y me subió la minifalda. El chico estaba en la puerta mirándonos, lo percataba, la chica a veces le dirigía la mirada. Le bajé las asas del vestido y del sujetador a medida que avanzaba con mis besos, saboreándola.

Le quité el sujetador, empecé por acariciar sus pechos, sus pezones pequeños que se ponían duros...con mi lengua avispada los acariciaba y les mandaba un bocadito. Era muy placentero verla disfrutar. Mis manos se escabullían a sus piernas firmes, se deslizaban por sus muslos, y cuando estaban por el muslo interior ella suspiraba más.

Mi mano ya se encontraba en su pubis, su mano la puso encima de la mira para que tocara sin miedo. Me excitó bastante, noté su tanga húmedo, mis dedos se escondían por debajo y la encontraba muy mojada. Mis dedos tocaron su clítoris, pasaron alrededor de su sexo...y entraron dos, los movía rítmicamente... Ella tocaba mis pechos, pasaba su dulce lengua por el cuello... el escote... hasta llegar a los pechos, y los comía.

Gozaba tanto que daba gusto, no paré hasta que quedara extasiada. Nos entregamos con un morreo muy húmedo. Esbozamos unas sonrisas de satisfacción y observamos al chico con su miembro fuera del pantalón, estaba muy empalmado. Ella se vistió, me comentó que quedara allí, fue a junto del chico, le dijo algo, quedando ella ahora en la puerta.

El vino a junto mía, me dio un besos con lengua y me apoyó contra la pared. Nos acariciábamos con mucha ansia. Estábamos tan calientes que nos acercamos a los lavabos, me apoyé en uno de ellos mirando para el espejo y el me penetro  frenéticamente con embestidas rápidas y lentas. Por el espejo pude ver a la chica que se estaba tocando los pechos y mordisqueando el labio inferior.

Aquel panorama me puso hasta tal punto que me corrí con él. Cuando acabamos, miré por el espejo a un hombre detrás de la chica, por la ropa era un camarero, echó una sonrisilla un poco maliciosa.

Cuando salimos los tres, los camareros se quedaron expectantes, el resto de la gente seguían con lo que estaban haciendo...



sábado, 3 de septiembre de 2011

El cartero llama dos veces

Estaba muy excitada. Tus dedos están apretando mis pezones, los noto duros, los aprietas y das unos roces que no puedo dejar de sentir unas cosquillas que se transforman en hondos escalofríos que recorren mi cuerpo y se concentran en mi sexo, donde tus dedos empujan con firmeza hacia en interior, provocando mayor placer al estimular mi clítoris con tu pulgar. Me estoy mojando, el bao que sale por mis labios se mezcla con el ambiente húmedo del baño. Mis labios están pegados en tu hombro, deseo morderlos,  pero no puedo. Es tanto el placer que estoy sintiendo que por momentos me mareo. Cierro los ojos y me dejo llevar. Suena el timbre. Mi orgasmo está próximo. Siento como mi cuerpo esta a punto de liberar todo su placer contenido. Sigue sonando el timbre con insistencia.

“Es mejor que vaya” dijo Juan. Mi cuerpo conserva todavía el calor próximo al éxtasis.
“Voy contigo” respondí esbozando una ligera sonrisa.
Era el cartero. Se quedó mirándome de arriba abajo. Fijándose sobre todo en mi voluminoso pecho.
“¿Algo importante?” Entre incontrolables gestos pregunto mi chico.

Mis manos estaban tocando y palpando su culo, es algo que a mi me excita y a él le irrita y pone nervioso. Y más cuando aproveche la barrera de la puerta me ofrecía para que mis dedos tomaron su cintura y son sutileza tocara su pene, acariciándolo y dando pequeñas sacudidas. Una vez que se cerró la puerta dejo la carta, y soltó la toalla dejándola caer fingiendo que estaba demasiado enfadado, posó sus manos en mis caderas y me susurró al oído “ eres muy traviesa…” “no se si te gustaría que estuviese en medio el cartero, eh pillina”

“Tendría su morbo” contesté

Mi cuerpo quedó a su vista. Lo contempló como si de su premio se tratase. Lancé un ligero gemido cuando rozó de nuevo sus dedos en mis pezones, no hizo falta más tiempo para que se pusieran duros. Al instante mi mano se escabullía por debajo de sus piernas y noté como la tenía de dura. La empecé a acariciar y notar sus testículos duros. Su mano inquieta no paraba de pellizcarme los pezones y de estimular mí clítoris…estábamos los dos muy excitados.
Él se agachó y saboreó. Su lengua no dejaba de empujar provocando que volviera a estar tan excitada como antes de salir de la ducha. Su boca chupaba y tragaba cuando flujo emana de mi interior. Me estaba corriendo…Los embistes de su lengua y su boca provocaba que me dieran espasmos y sacudidas, no pude evitarlo y presionando su nuca contra mi cuerpo le di a comer del rico manjar que habita en mi cuerpo. Me dio la vuelta, acarició mi culo susurrando con voz de deseo “que ganas…”

De repente sonó otra vez el timbre, le dije a Juan que no abriera pero no me hizo caso. Cerró la puerta, se acercó, en su cara veía dibujada una sonrisa extraña. De pronto sin esperármelo un hondo escalofrío me recorrió cuando sentí otras manos tocando mi sexo por la espalda, mire a Juan y el me susurro …” tranquila tienes a tu chico a tu cartero”

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Me acerqué a Juan, mientras sentía como las  manos de nuestro invitado me recorrían. Sus roces cada vez me excitaban más, frotando mi sexo con intensidad hasta que me mojó. Hundió sus dedos en mi interior y cuando estaba a punto de estallar paró. Como si fuera un gato comenzó arañar mi espalda de forma sutil y provocativa, bajando desde mi espalda hasta llegar  nuevamente a mis nalgas, de pronto sus manos están tocando mis ingles y separando mis piernas note lengua lamiendo mi sexo. Aquello me calentó. Tanto que me acerque a Juan  y sin decir palabra mis manos tomaron su miembro y apartando la piel que cubría su glande comencé a succionárselo. Juan se acercó más, mientras notaba como el rostro de nuestro invitado se pegaba mas a mi culo en pompa mojándose con mis flujos como un sediento de agua. Las sensaciones que recorrían por mi cuerpo eran para mí hasta ahora desconocidas.
Juan agarraba mi cabeza, empujándome contra él con un poco más de fuerza. Apartando mí pelo. Y yo disfrutando de ambos hombres. Mis ojos estaban cerrados, concentrándome en el placer que sentía, de pronto ambas manos se hicieron con mi cuerpo, notaba como unos dedos acompañaban a la lengua de nuestro invitado, jugando entre mi sexo y mi ano, y Juan pellizcándome los pezones de una manera que no podía estar excitada al borde de explotar. Mi calor se concentraba cada vez más. Estaba tan cachonda como nunca antes me había pasado.

De pronto, nuestro invitado se separó. Abrí los ojos y mirando para Juan, ví como con sus ojos le daba su visto al cartero que no tardó en bajar la cremallera y desabrochar el botón para acercar su pene a mi cuerpo. Comenzó a frotarlo contra mi sexo. Por los roces mi mente imaginaba un miembro grueso, aquello me deliraba. Quizás no tan gruesa como Juan,  pero si apetecible. Sus dedos volvieron a rozar mi sexo e impregnándose de mi flujo, los clavó en mi ano. Notando como un dedo traspasaba el orificio hasta el interior de mi cavidad. Abrí los ojos como platos del gusto y placer que aquello me profirió sabiendo que no era Juan.
Aceleré el ritmo de mi boca, Juan estaba desbordado, sus manos se apoyaron en su costado meneándose también con más fuerza hacia mi. Estaba a punto de hacer eyacularle cuando semejante miembro entró en mi ano. Con delicadeza y suavidad fue entrando. Tanto era el gusto que sentía que solté el pene de Juan y mirándonos le susurré con los labios “ Fóllame”

jueves, 16 de junio de 2011

Eran las nueve de la mañana....

Eran las nueve de la mañana, y yo salía del baño, y lo vi, estaba en calzoncillos, y su cuerpo, maravilloso, estaba bañado por la luz de la luna, era hermoso, empezamos a hablar, en un instante la charla empezó a subir de tono.

No se en que momento las cosquillas se volvieron caricias, y las risas se volvieron gemidos, en ese instante me percate de que algo me aprisionaba el vientre, era su erección. Me hizo querer probar sus labios, le di un inocente piquito, a lo que el respondió con un beso apasionado, ya su lengua recorría mi boca y sus manos mi cuerpo, cuando sus manos quisieron tocar mis muslos paró y me quiso llevar a la habitación.
Me acaricio la cabeza, y me dijo a lo oído cuanto me deseaba. Su lengua fue bajando hacia el cuello, eso hizo que mis pezones se endurecieran automáticamente, me saco el camisón, era uno de verano color blanco, quedando con un tanga. Él posó su boca en mis pechos  y empezó a mordisquearlos y chuparlos, después bajo con su lengua, y con su boca me saco el tanga…

Estaba muy excitada. Me puse encima de él y besé su boca entreabierta, seguí por su torso hasta llegar al ombligo, ahí lo hice más despacio y dando unos pequeños mordisquitos. Aquellos calzoncillos le quedaban de vicio, le marcaba y más estando excitado. Con los calzoncillos puestos, empezamos a rozarnos, cada vez estaba más húmeda. Sus manos iban para mi culo y me apretaba más hacia él. Miraba mis gestos, le ponía mucho. Nos dimos la vuelta, ahora estaba debajo, y su lengua  recorría todo cuanto podía de mi cuerpo. Notó que estaba muy muy mojada, se dispuso a quitar los calzoncillos, estaba bastante excitado. Se la noté, llevó un ritmo lento pero rítmico. Sus dedos de vez en cuando pellizcaban un poco mis pezones. Estuvimos un rato así pero en un momento inesperado su ritmo aumentó hasta que alcanzamos el clímax. Caímos rendidos, pero nuestras sonrisas demostraban que queríamos más…

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Nos quedamos abrazados, el no paraba de darme besitos y carantoñas. Pero a la vez estábamos comentando situaciones que nos daban morbo hasta que se calló y tenía cara de pensamiento. Me conocía esa cara y algo estaba tramando….

Me dijo “déjate guiar”, me vendó los ojos con un pareo que había por allí  y me susurro al oído “ahora vuelvo, no te muevas”. Allí estuve esperando por él, toda impaciente. Lo escuché llegar, me ayudó a levantarme y a ponerme la bata. Me cogió de una mano y me llevó.

Me hizo sentar en una silla, parecía la silla de la cocina. Estaba muy intrigada en saber que haría, prestaba mucha atención a los sonidos. Noto que me baja la bata en los hombros  y me hace como un masaje, deslizando sus dedos poco a poco y hacia al cuello. Ahí se detuvo durante un rato y me relajó. Sin darme cuenta, se sentó en mis piernas, me cogió la cara con las dos manos y me dio un morreo. Me sobresaltó gratamente; yo le separé y me metí un dedo en la boca como si lo estuviera chupando. Con la otra manos abrí la abrí la bata, dejando mis pechos a la vista de él. Como seguía con los ojos tapados, no miré su reacción; pero me dijo “quiero que me digas a que sabe lo que te voy a dar a probar”. Yo acepté.

Noté algo en mis labios, así que entreabrí  la boca y degusté lo que tenía en su dedo, era mermelada. Al rato no era su dedo, era nata en un pezón de él, pero no me paré y seguí comiéndoselo, mordisqueándoselo… hice lo mismo con el otro pezoncito. Mi lengua se  escapó a su torso moreno… mis manos iban hacia su calzoncillo… Estaba potente. Tenía ganas de tocarlo, de palparla…iba a quitárselo pero él me detuvo antes y me quitó el  pareo. Lo observé, estaba deliciosamente apetecible, y me percaté hacia donde dirigía su mirada, mis pechos. Relamió sus labios y se dispuso a degustarlos  durante un rato, turnándose entre uno y otro, jugueteó con ellos, hizo todo cuanto pudo dejándome totalmente excitada.

Sin mediar palabra me dirigió hacia la cama y me tumbó. Me empezó a pasar sus yemas de los dedos, como  haciendo eses, por la cara suave, por el cuello delicado, por los hombros, por los pechos voluminosos - al pasarlas por los pezones se pusieron duros automáticamente - por la barriga blanca, por el ombligo pequeño, por el pubis  y por las  piernas anchas. Al acabar se puso enfrente del pubis y noto su lengua juguetona haciendo líneas hasta que da con el coño. Vaya si no era juguetona….una vez ahí, me lo saborea, noto como mete la lengua, como juguetea con mi clítoris…se deleito un buen rato…me hizo estremecer de  placer. Paró un rato y cogiéndole desprevenido le lamí los huevos y la polla, estaba bien durilla….que satisfacción me daba el verle regocijándose. Me hizo parar, me dio un morreo y me susurro “quiero sentirte otra vez dentro” Me dí la vuelta, de espaldas a él, levanté mi culito...y la noté entrar hasta al fondo. Como me  había gustado…empezó con un ritmo lento, pero pronto subió el ritmo, de tal manera que yo también meneaba el culo. Nuestras respiraciones eran muy aceleradas  y entrecortadas, mis gemidos cada vez eran mas altos…nuestros cuerpos pegados, sudorosos…tal excitación tenía que menee mas rápido el culo y juntos llegamos al clímax como nunca. Nos dejamos caer en la cama, exhaustos, mirándonos y suspirando. Me regaló un beso juguetón y una sonrisa, ay…aquella sonrisa….

Había sido un gran comienzo del día.

sábado, 11 de junio de 2011

Fuí hasta su piso

Fui hasta su piso, y una vez allí me la enseñó,decía él "mas que nada para que sepas donde te metes".Fue un gesto que me gustó, me daba a entender que no tenía nada que esconder...Luego decidimos ir al sillon del salon a conversar.

Iba abrigada con un chaquetón abotonado desde abajo hasta arriba, tenía miedo a coger frío pues llevaba un top de lo mas sugerente, pero con lo insistente que estaba él me animé a quitarlo. A pesar de que nos llevamos muy bien me sentía un poco cortada, él lo noto e intentó animarme con sus dulces palabras. Enseguida me quedé mas tranquila y acerqué mi cara a la suya hasta topar mis labios con los suyos. Pude saborear esos labios carnosos, mandarle unos mordisquitos, jugar con su lengua avispada mientras mis manos recorrían cada milímtero de su cuerpo y las suyas por mi cuello y escote. Cada vez besabamos con más ansia y nos tocabamos como si la lujuria se nos apoderaba de nosotros.Sus manos llegaron a mis pechos redondos, los acariciaba con sutileza, notaba sus dedos...y más en los pezones.Le sugerí ir hasta la habitación.

En la entrada de su habitacion empezó a rozar suavemente sus dedos por mis labios, iendo poco a poco hacia la cama; se sentó y yo me quedé a pie, sentía como sus manos bajaban por mis pechos, le mandé que se echara hacia más atrás y me senté encima del. Comencé a moverme encima, al mismo tiempo que mi lengua jugueteaba con la dél. Mis manos se escabullían por debajo de su camisa, las suyas por mi top hasta que nos lo quitamos. Notaba su miembro que iba creciendo y sus manos buscaban mis pechos, con calma sus manos fueron a mi espalda para desabrochar el sujetador. Me agarró con sus fuertes brazos y me echó hacia atras dispondiendose a pasar sus ansiosos labios por mi cuello. Los iba bajando hasta dar con mis pechos, les mandó unos dulces besos y unos simples lametazos en mis pezones que les hizo ponerse erectos. Me puse derecha, rocé mis manos por sus pechos, su torso y su entrepierna mientras él me desabrochaba el pantalón y metía una mano por dentro pero pronto la sacó para tumbarme.

Ahí echada me quitó el pantalón y le ayudé con el suyo. Nos morreabamos con toda nuestra entrega, sentía como introducía sus manos por debajo de mi tanga e intentaba tocar con suavidad pero resbalaban hacia adentro. Me encantaba esa sensación pero dejó de hacerlo para quitarme el tanga.Pasó sus manos por todo mi cuerpo, estaba muy excitada, luego se centró en mis pechos, me los comía a besos, me los lamía como si fuera un helado, les mandaba unos mordisquitos con esos labios que me hacían estremecer. Disfrutaba viendo ese panorama y sintiéndolo. Acto seguido su lengua pasaba por mi barriga hasta mi zona pubica, ahí con sus dedos empezó a pasarlos con sutileza avanzando a mi clítoris. Fue como una mar de sensaciones, al mismo tiempo me estaba comiendo un pecho. Bajó sus dedo hasta intentar meterlo. Metió uno y ahí estuvo durante un rato. Iba de lento a más rapido...cada vez se dilataba mas, así que noté como iban dos, percibió que me gustaba mucho por lo que decidió intercatlar ritmo lento y rápido hasta que no podía aguantar más y le pedí que no parara hasta que me llegara al clímax. Al llegar, le besé con toda mi pasión y fui a quitarle el calzoncillo, estaba bastante excitado.

Le tumbé, me puse enfrente del y fui dejando el rastro de mis labios por sus labios, cuello, pecho,torso.. no si antes rozar con mis dedos. Mis manos se escaparon a su sexo a notarlo, se sobresaltó un poco al principio, rocé ligeramente con el dorso de la mano su sexo y le acaricié los testiculos. Me paré un poco ahí a darle un poco de placer, disfrutaba viendole suspirar. En el momento menos insospechado, le pegué un lametazo a su miembro como si fuera un helado que se estuviera derritiendo, mis manos seguían dandole un masaje...Una de sus manos estaba posada en mi culo y cuando le pegaba unos bocados me lo agarraba con fuerza. Él se movio de tal manera que coincidió enfrente de mi sexo. Cuando pasó su lengua por el clítoris me pareció ver las estrellas, gemía de placer al mismo tiempo que el suspiraba...

Despues de un buen rato dandonos placer, me volví hacia su cara, mi lengua buscaba aquella boca ansiada de besos. Por nuestras miradas se entendía que teníamos demasiadas ganas de sentirnos uno al otro. Me senté encima del, notandola hasta al fondo.Empecé a menearme, sus manos recorrían casi toda mi geografía, sobre todo se centraba en mis pechos. Mis manos iban a sus hombros, su torso y a mis pechos, quería que mirara como me los acariciaba. Eso fue el desencadenante de seguir cada vez más rapido pero con unas embestidas lentas. Ya cuando estabamos a punto de llegar al extasis nos acurrucabamos y aumentamos nuestro ritmo.

Una vez que soltamos toda la adrenalina me tumbé al lado suya, había sido estupendo, se lo hice saber con beso como si fuese el ultimo y una sonrisa de oreja a oreja, el también me mostró su satisfacción.

Nos quedamos allí, tumbados, dandonos mimos....
 




miércoles, 8 de junio de 2011

Mi primer trio con dos chicos


Por regla general no sabemos cuando va a ser nuestro acontecimiento sexual, si no se busca. Después en función como fue, podemos recordarla.
Voy a relataros mi primera vez con dos chicos y que fue mucho antes de descubrir el mundo liberal...

Tenía a mi disposición dos chicos con los que podía hacer con ellos lo que me apetecía...todo ocurrió en una noche de verano…

Quedaba asiduamente con un chico que me molaba mucho; su forma de ser junto con una cara de pillo hacia conmigo casi todo lo que quería. No me gustaba que me provocara en sitios públicos, pero lo hacia...que casi ya mostrábamos el espectáculo.
Un día le llamé para quedar y cual fue la sorpresa que venia acompañado de otro chico...no sabia de que iba aquello. Empezó a provocarme y a decirme que si no me gustaba tener a dos chicos solos para mi; me encontré en aquella situación caliente, pero quería estar solo con el chico. El estaba apoyado en mi coche y yo enfrente del, nos estábamos provocando. El chico persuadió al otro ( que resulto ser amigo) para que se pusiese detrás mía y a mi de que me lanzara, que iba a ser genial...y para la próxima estábamos los dos solos....me convenció...estábamos pegados y lo tenía en bandeja. En un momento giré la cabeza y besé a su amigo. Eso fue el comienzo de la noche...Estuvimos allí toqueteándonos...como iba vestida con una blusa escotada y una falda, era muy fácil que metieran mano sin problema, así que antes de montar un espectáculo me aparté y les dije que nos fuéramos.
 
Nos fuimos para el coche y allí hablamos a donde ir; sugerí un motel que conocía. Tenía la duda de si dejaban pasar tres personas, pero no dije nada, si decían algo pues ya nos romperíamos la cabeza después.
El chico con quien quería quedar se puso al lado mía, en los asientos de atrás, y su amigo conducía el coche. Iba como un flan, no sabia que decir...pero pronto el chico rompió el hielo, me besó y me tocaba. Solo con eso yendo en el coche camino de hacer un trío me ponía mas cachonda y tenia unas ganas tremendas de acariciar su polla, sus huevos y empezarle a lamer...pero el me tumbó, subió mi falda y me acaricio sutilmente el coñito por encima del tanga hasta quitármelo y sentir sus dedos por mi clítoris, labios y coñito...Estuvo así un ratito hasta un momento en el que pude sentarme y entonces fui a por su polla, le quite el cinturón, le bajé el pantalón y ya acariciándosela se la saque del calzoncillo. No pude resistir mucho tiempo sin lamérsela, pasar mis labios por ella, comerla poco a poco, darle unas buenas chupadas, como le gustaba...Su amigo saltó diciendo que habíamos comenzado la función sin el que esperaba recuperar el tiempo que no estuvo allí. Ya estando cerca del motel dejamos lo que estábamos haciendo y nos vestimos.

Cuando llegamos a la entrada del motel, el chico que estaba al lado mía, estaba detrás del asiento del piloto y yo del copiloto; entonces lo que hice fue mirar para otro lado por si no me miraban...y parece que así fue, pues no dijeron nada...le dieron la llave al amigo, y este les dejó el DNI (ya le había explicado que tenia que dejarlo) Aquello si que fue suerte...pero todo íbamos pensando solo en una cosa....
Una vez dentro de la habitación, estaba a una buena temperatura, me puse cómoda mientras ellos echaron un vistazo; luego el chico a quien se la comí en el coche se puso al lado mía y su amigo fue al baño. Encendió la tv y como no, la puso en el canal x pero no dejé que la mirara, me senté encima del y empecé a besarle, a acariciarle...y el ni corto ni perezoso me quitó la blusa. Su amigo llegó y empezó a acariciarme el culo y a darme besos por la espalda. Como no estábamos en una buena posición para los tres, me tumbé y su amigo también. Me quitaron el sujetador y cada uno me comían los pechos...luego me quitaron la falda, el tanguita y las medias...y mientras el chico me acariciaba las piernas hacia arriba hasta dar con el coñito... en donde me la saboreaba y me acariciaba...su amigo me morreaba y jugaba con mis pechos...al rato le quité la camisa y le lamí desde la boca hasta el ombligo pasando por sus pezones. Cambiamos de posición y me dispuse a quitarle el pantalón y el calzoncillo al amigo, estaba empalmado....le toque la polla, los huevos, les pasé la lengua y sentí su polla dentro de mi boca....El otro me estaba pajeando, a veces jugaba con mis pechos y pezones....Estuvimos allí un rato hasta que hubo cambio de roles, como disfrutábamos...estaba como quería, con dos chicos, dando y recibiendo placer, nunca había experimentado eso y me ponía mogollón....Luego se pusieron los dos chicos juntos y les saboreé las pollas a ratos, cuando estaban muy excitados se dispusieron a coger condones para follarme. Su amigo se puso debajo mía metiendola por mi coño...y el otro chico por encima intentando por atrás...estaba excitada pero no lo suficiente para que me la metieran por detrás, entonces lo dejó y se puso con su polla enfrente de mi boca dando a entender que se la comiera, se la comí hasta el fondo... Estuvimos así un rato hasta que se corrió quien me follaba, y yo..., luego a quien se la estuve comiendo me folló a cuatro patas metiéndola por el coñito....que rico era aquello...nos corrimos juntos al estar un buen rato disfrutando. Su amigo miraba el espectáculo, a veces me tocaba las pechos y me saboreaba la boca. Cuando finalizamos nos fuimos a duchar; su amigo fue el primero en entrar y salir, pero el otro estuvo conmigo en la ducha tocándome, acariciándome, besándome....aun no le fue suficiente....pero me gustaba....nos caía el agua caliente por encima y era una sensación muy buena... me pajeó y llegué al climax como nunca. Una vez que estábamos fuera del baño nos vestimos y estuvimos charlando animadamente, sobre todo con quien me duché, era muy vacilón...

Al cabo de un rato cogí mi cosas y nos fuimos.Me llevaron a mi coche, nos despedimos, y ya a solas con el chico que me traía loquita…. hablamos que a la próxima quedamos solos y si no que me avise….