Veronik Liberal

Veronik Liberal

jueves, 19 de enero de 2017

Excitantes vibraciones

- ¿Algún plan a la vista, Vero? -Me pregunta Iván.
- Mmm, no...¿Tienes alguna sugerencia?
- Sí, vayamos a divertirnos a un karaoke.
- ¿Tú crees que lo será? - Pregunté dubitativa.
- Sí – comenta convencido.
- Vale – Y nos dirigimos hacia la habitación para cambiarnos. Él me hace carantoñas por el camino.
- Que mimoso estás… - susurré
Le correspondo con un beso y él aprovecha para seguir con el beso más apasionado y me acaricia con más ansia.
- Cómo estamos, ¡eh! - le expresó ella.
- Estamos estamos…
Él me sigue besando y acariciando a la vez que andamos hacia la cama. Me recuesta y sus manos descienden por mi cuerpo. Sus manos inquietas me quita el top negro y mi pantalón.
Me sonríe, me besa lascivamente y me pasa sus dedos desde la boca hasta el pubis. Me acaricia el pubis con más detenimiento. Los dedos bajan al coño y me lo roza muy despacio. Me gusta, me encanta. Sabe como lo tiene que hacer para ponerme bien cachonda. Él sigue deslizando sus dedos en mis labios mayores y me toca suavemente el clítoris. Mi respiración es entrecortada y ahogada. Sus dedos dejan paso a su lengua. Me humedece más y me estimula más. Su lengua hace por adentrarse en mí, y lo consigue con la punta. Retira le lengua. Aproxima de nuevo los dedos, y me mete dos. Sin dificultad. Estoy bien lubricada al estar tan excitada. Es cuando él acerca un huevo vibrador , que saca de un cajón de la mesilla de noche, y me lo introduce. Gimo de regusto y me revuelvo. Me da un par de lametazos en el coño ,sube su boca hasta la mía para darme un beso muy húmedo y me murmura:
- Ahora que tienes el huevo vibrador puesto, nos arreglamos y nos vamos. Yo llevo el mando a distancia del huevo.
Me siento asombrada y aturdida. ¡¡Me ha puesto cachonda para eso!!
- Serás… - dije en alto.
- Ya podrás ensañarme a tu manera en otro momento – dijo Iván guiñandome un ojo.

Nos duchamos, nos acicalamos y nos vamos. Yo no puedo evitar tocarme en algún que otro momento, el notar ese huevo y lo caliente que me encuentro…
Él se da cuenta y sonríe el muy pillo.
Llegamos al destino y antes de entrar Iván dice levantando las cejas:
- Espero no perder el mando a distancia, que como sea otro que le dé sin parar…
- Agarralo bien y...que nadie se dé cuenta.
- Igual se dan cuenta aunque no miren el mando.
- Jeje sí guapo...no seas muy malo.
Entramos y decidimos primero tomar algo. Mientras miramos que canciones tenemos pensado cantar, él solo, yo sola y los dos.
- ¿Que como te sientes?- me pregunta él
- Cómoda- contesto entre risotadas imaginando porque lo pregunta.
Lo veo sacando el mando y se queda mirando para él. El mando es violeta y tiene tres botones. De menor vibración a mayor. Lo guarda y echa una visual al local. Empieza haber ambiente, al ser un sábado noche. Pero por suerte nosotros empezaremos a cantar antes y antes acabaremos.

Ya en mi último sorbo de la copa un par de chicas acaban de cantar ‘La Bicicleta’
-¡Venga! A por el micro, vas arrasar – dijo él con sorna.
- Aún me van a contratar Amaral para sus coros- Le contesto siguiendo la ironía
Me dispongo a subir al escenario a coger el micro y a empezar a cantar ‘Como hablar’ cuando es el momento. Intento no desafinar mucho para no dar mucho el cante cuando me sobresalto por la vibración que empiezo a notar. Sigo cantando pero algo más nerviosa. Me noto roja y me concentro para que no se note mi nerviosismo. Me gusta el sentir la vibración pero que no me lo noten. Dura poco la vibración. Sigo cantando pero con mi tono de voz grave sin poder ponerla aguda como la de Eva. Cerca del final de la canción vuelvo a notar que Iván activa el huevo. Esta vez no se nota tanto la sorpresa y puedo contenerme. Acaba la canción y suspiro. A medida que ando noto algunas miradas pero hago como si no las sintiera.
Veo más ambiente en el local y yo me pongo más agitada. Ahora le toca a él salir y cantar ‘Agradecido de Rosendo’. Él la disfruta a la vez que se mueve sin ritmo. Las personas presentes le siguen con sus coros. Ivan me sonríe y sigue canturreando. Finaliza y me vuelve tocar a salir.
Me acerco toda sonriente sin transmitir inseguridad y cojo el micro para comenzar a cantar ‘Co xenio destrozado de SES (cantautora gallega)’ Los asistentes se asombran del ritmo de la canción y me siguen. Y al menearme esta vez con la canción, no se nota mi conmoción al sacudir mi cuerpo por la vibración que activa Iván. Con esa vibración latente sigo cantando confundiéndome en algunas frases aún teniendo la letra enfrente mía. La vibración sigue, no para, pero la canción sí, así que me bajo sin temblar mucho mis piernas.

- ¡Ufff! Que calor hace…- le digo a Iván quitando mi chaquetilla.- ¿No lo apagas un momento?
- No. No te vayas al baño, quédate aquí, y no cruces las piernas. Si no , no vas a poder cebarte conmigo en otra ocasión - comentó todo sonriente y se fue a cantar ‘Feo, Fuerte y Formal de Loquillo’
 Desde arriba me controla. Yo soplo ahora que puedo y cierro los ojos en algún que otro momento. Mi cuerpo reacciona a las vibraciones y me siento bastante animada. Aparte de lo colorada y nerviosa. Me sujeto para no tambalear e intento disfrutar del huevo estimulándome. Pienso que ya solo quedan dos canciones y acabamos rápido. Empiezo a pensar también que algunas personas presentes sospechan de lo que me pasa. Por suerte Iván acaba de cantar y así ya voy a cantar para no pensar cosas que a lo mejor no son ciertas. Ya no sé lo que prefiero.
Me aproximo para ir a cantar ‘ Turnedo de Iván Ferreiro’. Me cruzo con mi chico y me dice:
-Con lo que sé que disfrutas con esta canción, más lo vas hacer
Absorta en los acordes de la canción, mirando a las personas, empiezo a cantar. Esta canción me la sé de memoria y miro a la gente que se alborota. Es una canción bastante conocida de uno de los ex de Los Piratas La vibración no para en ningún momento. No puedo evitar moverme, sin parar. Para así no transmitir mis tembleques y notar bien las vibraciones . Sobre todo a partir de la mitad de la canción hasta el final cuando ya no hay letra.
Finaliza, me quedo y ya viene corriendo mi chico.
Me da un pico y me susurra:
-Estás disimulando bastante bien. Vamos a por la mayor vibración.
Avisada estoy, pero mi cuerpo reacciona arqueandose. Él me coge de la cintura y empezamos a cantar ‘Miña terra galega de Siniestro Total’ pero rápidamente le quito la mano. Evitando el tartamudeo sigo la letra y por suerte en el estribillo puedo alzar la voz. Cierro los ojos en ocasiones y sin remediarlo me humedezco los labios. Acabo la canción como puedo y viendo alguna que otra cara de circunstancia de algunas personas que estaban cerca.
Nos bajamos y algo retirados de las personas, me acaricia el culo con ansia y me besa con ímpetu. Acerca su boca a mi oreja, me la mordisquea y me murmura:
- Estoy por metértela ya. Igual lo pasaste algo mal pero creo que estoy tan cachondo como tú.
- ¿Vamos al baño y damos una sinfonía?- Pregunté divertida.

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En un spa

Vero bajó hacia el spa con la bata, la toalla, las chanclas y el gorro en mano. Tenía hora reservada y quería aprovecharlo muy bien. Después de haberlo probado el día anterior iba deseosa de relajarse más. Se cambió en el vestuario y metió su ropa en la taquilla. 
Se encaminó hacia la zona propiamente dicha, se desprendió de la bata, se dio una ducha de rigor y se aproximó a la piscina. 
“¡Que poquitas personas!” pensó ella. El día anterior, media hora antes de salir de la piscina poco le faltó para que llenase. Esta vez iba sacarle mejor provecho a todos los chorros antes de quedarse como una pasmarote como le ocurrió anteriormente.
Se respiraba una paz, una tranquilidad, que sumergida en agua tibia se sentía muy a gusto. Buscaba desconexión y lo estaba consiguiendo. Se fue a su chorro preferido, el de cuello de cisne. Pulsó al botón y le caía el agua sobre  la zona cervical con una fuerte presión. Y si ella se movía ligeramente hacía que el agua le diese un masaje también en una pequeña parte de la espalda. Al rato vio entrar a dos chicos que los había visto antes. 

“A esos les pasa como a mí ayer” pensó y rió por lo bajini.
Los dos eran morenos. Uno tenía unas facciones redondeadas, una barba muy espesa y con un cuerpo aceptable. El otro poseía unas facciones más marcadas, una barba de pocos días y un cuerpo más tonificado, e iba más sonriente. Si se atrevería a lanzarse, sabría a quien dirigirse.
Dentro de la piscina también había una pareja que no paraba de divertirse, metiéndose  ella con él  y viceversa.


Después de un buen rato se movió hasta la esquina de la piscina. Tenía que tumbarse y decidió ponerse boca arriba. Pulsó a un botón allí al lado y salieron varios chorros que se dirigían a diferentes partes del cuerpo. Esta vez se situó de tal manera que un chorro iba hacia su coño, proporcionándole un masaje que le encantaba.
“Ufff...entre ese chorro, viendo a ese chico tan guapo y a la pareja divertirse, voy acabar cachonda perdida” Pensó ella. Tampoco no quería prohibirse de ver al chico y menos de los chorros. Vero siguió en el mismo sitio notando como su coño palpitaba. Pasado un momento, cuando acabó el tiempo de los chorros, se desplazó por la piscina y se quedó en un chorro que le daba en la espalda. Se sujetó bien para que la fuerza del chorro no la llevase. Su mirada se topaba tropecientas veces con la del chico que le gustaba.
“ ¡Ay! Lo que te haría”  Pensó lanzando un suspiro y  fantaseando. Siguió disfrutando de cada chorro hasta que decidió salir. Se tumbó en una hamaca blanca y cerró los ojos.

‘Vero escuchó los chorros, el chapoteo y unos gritos divertidos. Después hubo un lapso de silencio. 
Al rato sintió como unos dedos pasaron por sus labios y que dejaban paso a una lengua que buscaba la de ella. Seguidamente notó una caricia por la pierna izquierda. La caricia ascendía por un costado y luego por el brazo hasta llegar a la mejilla.  Por su pierna derecha percibió otro roce que hizo el mismo recorrido por el otro lado de su cuerpo. Las dos manos se juntaron en su escote y con avidez buscaron los pechos tapados por el bikini. Con el bikini abierto, dejando ver sus pechos grandes y redondos, fueron manoseados por aquellas dos manos grandes. Al mismo tiempo otras dos manos bajaban la parte de abajo de su bikini, y con unos dedos delgados tocaron sutilmente el pubis. 
Revolviéndose en la hamaca gozaba de todo. Las caricias en los pechos eran más fogosas y se entremezclaban con los pellizcos a los pezones. El contacto de los dedos en la pelvis se deslizaban hacia abajo por sus labios mayores queriendo adentrarse. Ella se sentía ardiente y excitada. Sentía varias manos y bocas en su cuerpo, cómo nunca lo experimentó hasta que escuchó un estruendo’

Se irguió y vio un chico disculparse cogiendo con cuidado la puerta que dio un portazo. Comprobó que estaba vestida con su bikini, que en la piscina seguían los dos chicos aunque la pareja ya no y que ella estaba demasiado excitada.
”Eso ha sido una muy buena fantasía, Vero. Pero mejor vete para arriba a darle solución a este calentón”





Mi participación al I concurso de relatos eróticos de Tus Juguetes Sexuales