Veronik Liberal

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miércoles, 4 de noviembre de 2015

Propuesta...¿Indecente?


El encuentro con Óscar y Noelia le ilusionaba. Después de mucho tiempo quedaba una tercera vez con una pareja. Notara como el afloraba el feeling desde el primer momento que se habían visto. Vero se encontraba alegremente tomando una copa estando al lado de Óscar y enfrente de Noe.


Mientras conversaban de temas insignificantes, a Vero se le ocurrió una propuesta. No dudó ni un segundo a comentársela a la pareja. Estuvieron de acuerdo y los tres se encaminaron hacia arriba del local. Llegaron a la estancia en donde comentó Noe que le gustaría estar. 

Era un día tranquilo, había poca gente en el local, y justamente a la habitación que fueron no había nadie. Propicio para la propuesta que tenía en mente Vero. Tomando cada uno una orientación distinta, vieron en donde les gustaría estar.
-¿Qué te parece aquí Noe? – preguntó Vero quitando un objeto y situándose ella.
-Si…me gusta – mientras Noe respondía, Óscar le robaba un beso suave y húmedo a Vero. No le había pillado de sorpresa porque segundos antes él le había lanzado una mirada de deseo.

Vero dirigió su mirada al pantalón vaquero del chico y comentó:
-A ver ese aparato…
Él sacó el móvil que tenía en el bolsillo delantero del pantalón y le estuvo explicando en donde tenía que pulsar para sacar una foto. Ella, cogiéndolo entre las manos y comentando a la pareja que se colocara, fue probando varias posiciones para intentar coger la mejor perspectiva. 

Sacó las primeras fotos y las observó antes de seguir. 
Ella, rubia, con una larga melena, lucía un vestido veraniego. Blanco con flores verdes. Él, moreno, vestía una camiseta negra y un pantalón vaquero claro.
Siguió sacando más fotos de diferentes puntos pero sobre todo desde abajo, estando a ras del suelo. Le encantaba como quedaban.

Vero empezó a dirigir los movimientos entre ellos. Decía entre otras cosas ‘Mira a tu derecha Noe’, ‘Enreda tus dedos en su pelo, Óscar’, ‘Posa tus manos sobre los pechos de ella’. 
La pareja sonreía con una complicidad y diversión que hacía que la sesión de fotos fuese muy natural. El ambiente se fue caldeando más cuando la situación iba a más. 
De poses sugerentes a poses provocadoras. 
De besos lentos a besos apasionados
De leves sonrisas a sonrisas picaronas.
Y de miradas insinuantes a miradas excitantes.

A la vez que la pareja se excitaba paulatinamente, Vero también. Ésta paró un momento con la cámara para acercarse a juntos de ellos. Posó la cámara en un taburete y apoyó sus manos, la izquierda en la espalda de Noe y la derecha en la de Óscar. Fue descendiéndolas con ligera presión hacia la zona lumbar. Vero ladeó su cabeza y asomando la punta de su lengua fue a saborear los labios finos de la chica. Queriendo o instintivamente, las lenguas de ellas se entrelazaron. Óscar, con su mano izquierda en el culo de Vero, por debajo de la falda, lo agarró con más fuerza y lanzó un suspiro ahogado. Un suspiro que rápidamente fue callado por un beso muy apasionado de Vero. Mientras, Noe acariciaba con ansia los pechos de Vero, por encima del body de rejilla que llevaba puesto. Al poco rato Vero se retiró sigilosamente dejando a los dos que se rozaban férvidamente.  Cogió el móvil, y aprovechando el momento de la pareja, sacó un par de instantáneas en las que realmente no estaban posando. Cuando  Óscar y Noe se dieron cuenta de que Vero retomaba la hazaña, sonrieron y siguieron retozándose.  

Y como si el chico leyese el pensamiento de Vero, deslizó el vestido de Noe hacia arriba hasta quitárselo por la cabeza. Lo echó encima de un taburete que estaba muy cerca de ellos y siguió jugueteando con su chica. Vero cambió de sitio y captó en varias imágenes a Noe en lencería blanca junto a su chico vestido. Esto último se remedió rápido. En un visto y no visto, él se desprendió de la camiseta, y cuando iba a desabrochar el pantalón paró al escuchar a Vero:
-¡Que lo desabroche Noe! 

Satisfecha con lo que había inmortalizado, prosiguió son su labor, cada vez más ardua. Disfrutaba ser testigo del encuentro, fotografiándolo, pero su cuerpo le comunicaba que se hiciera partícipe. Se sentía tensa y excitada. Su sexo estaba húmedo y tenía la sensación de que palpitaba.

Noe y Óscar ya se mostraban totalmente desnudos, salvo Noe que exhibía sus zapatos blancos. Las manos de ellos recorrían cada milímetro de sus respectivos cuerpos, a una velocidad vertiginosa, llegando a sitios en donde percibían mucho más placer.


Con la imagen de, Noe acariciando con su palma de la mano la polla de Óscar a la vez que él pellizcaba los pezones de ella y los dos mostrando cara de placer, Vero se levantó, situó el móvil en donde la ropa y se aproximó por detrás de Noe. Situando sus manos en el culo de la chica, lo empezó a acariciar suavemente. Su mirada se topó con la de él y no pudo evitar esbozar una sonrisa picarona. Se centró en las caricias, que se fueron aproximando más al sexo. Poco a poco  pero sin pausa. Vero sentía como el cuerpo de Noe empezaba a agitarse un poco. Sus dedos se deslizaron por la hendidura, hasta que decidió meter  un dedo en el coño. De la boca de Noe salió un largo gemido.
-¡Oh, sí! – Exclamó Óscar y sin miramientos la obsequió un beso muy lujurioso.

Vero, desde atrás, se dispuso a hacerle gozar. Con sutileza pero con brío empezó a masturbarle. Al poco, el cuerpo de Noe se amoldó al ritmo. Óscar no pudo evitar, de vez en cuando, rozar sutilmente con sus dedos el clítoris. La respiración de Noe era cada vez más entrecortada y se mezclaba con sus gemidos ahogados. Vero aceleró el ritmo, propinándole más placer. 

Rápidamente, los gemidos fueron sustituidos por gritos. El chico, embobado ante las vistas de los pechos menearse, daba lengüetazos a los pezones de su chica. Ésta empezaba a estremecerse de placer y a gritar sin parar. Vero, que desde atrás admiraba su culo cada vez más en pompa, se relamió los labios y decidió acelerar más el ritmo. Esa velocidad frenética impulsó a que Noe empezara a sentir un gran orgasmo. Arqueó su cuerpo tenso y disfrutó de  unos segundos de ese orgasmo. Vero sacó su dedo, y a la vista de Óscar empezó a chuparlo de una forma muy viciosa. Noe, toda sonriente, vio parte de la situación al darse la vuelta y acto seguido le cogió de la cabeza a Vero  y le dio un beso muy lascivo.

 Al terminar de dárselo, comentó:
-Yo tengo otra propuesta… - con contoneos de cadera se aproximó a un colchón que había muy cerca y se colocó en una postura insinuante.



Relato dedicado a esa pareja fantástica-

Óscar y Noe



martes, 22 de septiembre de 2015

Me siento dentro del juego

Hoy haré una excepción. Lo siguiente que escribo no es un relato erótico, es un punto de vista de una chica sola que frecuenta el mundo liberal, buscando conocer parejas. Quizás el crear una complicidad con una pareja que conocí  hace unos meses me inspiró :

Los nervios previos que siento para quedar con una pareja hacen crecer mi tensión.
Si es con una pareja que voy a conocer, mucha más.
Normalmente, suelo aceptar la iniciativa de la pareja, el conocerse no compromete a nada. Pero si tengo que denegarla por algún motivo, lo hago sin miedo, pero con educación y respeto si así fue el mensaje de la otra parte.
Por ser chica no tengo que aceptar todo, mi decisión importa, el interés tiene que ser mutuo. Yo también puedo tomar la iniciativa, y que la otra parte no acepte.
Y otra opción que a veces ocurre, no es necesario que alguien me busque los contactos, yo me basto.
Importa como ‘entrar’ a una chica (y a las parejas y a los chicos.-Pero ahora estoy hablando de mí-). Las formas importan, y mucho.
El contacto previo por una página web de temática liberal me ayuda a desenvolverme mejor después en persona. Estando en un local liberal me cuesta mogollón acercarme a una pareja que no conozco para querer iniciar un posible acercamiento. Aunque reconozco que la mayoría de las veces me he relacionado en los locales, los contactos en común facilitan un poco el acercamiento, y antes me desenvolvía mejor.
Me ‘llama’ el conocer parejas. Ver que tal nos desenvolvemos, si hay naturalidad, si hay esa sensación que se llama ‘feeling’ (porque me la tengo encontrada con muchas parejas desde mis inicios en el mundillo, llevo varios años) y si nos gustamos físicamente.
Para mí, no es primordial el físico, pero si influye en todo el conjunto de la persona, y en este caso de dos personas, una pareja.
Si se da esa naturalidad, ese feeling, si coinciden los gustos…si algo surge, surgirá solo y con mucho más placer que no os podéis imaginar.
Las sonrisas son más, y más distendidas
Las bromas son más, y más picaronas
Las charlas serán más largas, y más diversas.
Las miradas será más, y más directas a los ojos o insinuantes.
A medida que voy conociendo a una pareja, tengo menos nervios (aunque alguna siempre quedará) y más complicidad, saco a relucir más cualidades mías e intento dar juego.
Me gusta el flirteo. Hace el encuentro, aparte de natural, insinuante, sensual… Todo ello si ligado a un momento ligeramente íntimo con vestimenta sensual, sexy, lo hace más provocador, divertido y con muchas más ganas de más.
Me siento dentro del juego, porque ellos quisieron y yo también. Hay muchas maneras de pasarlo bien en plan sexual, sin llegar a penetración. La de veces que sentí morbo e excitación por situaciones, por estimular zonas menos explotadas, y más cosas que no me vienen ahora a la mente. Dentro de ese juego, me gusta ver a la pareja satisfaciéndose. Me excita. Hasta incluso, muy pocas veces, dar ‘ordenes’ para que se hagan entre ellos. Me gusta darles placer a él y a ella (si es ‘bi’ y me había gustado. Algunas veces hice tríos siendo ella ‘hetero’ o no nos gustábamos) Me siento dentro del juego. Un encuentro entre tres personas en que la decisión de los tres importó. Repetir con esa pareja con la que tuve ya un encuentro sexual, y sin prisas, disfrutando de cada momento, es excitante y divertido para mí, y seguir repitiendo más. Crea un vinculo de complicidad enorme!
Intento siempre disfrutar del mundo liberal, me involucro en los encuentros, porque me siento dentro del juego. 
Siempre he creído en el mundillo desde que lo conocí, y lo sigo creyendo pero como muy buen complemento.