Veronik Liberal

Veronik Liberal

viernes, 9 de noviembre de 2012

Dulzura helada

 
Se siente nervioso ante la incertidumbre, pero como promesa que juró hacerla, Rafa va a hacer una visita  a sus amigas. Ellas abren la puerta y sin mediar palabra lo llevan al dormitorio. Iluminada por miles de velas aromáticas creando claros oscuros muy insinuantes  desnudan lentamente al chico. Al terminar, entre ellas se dirigen  un par de miradas.
Como si las miradas hablasen ellas deciden recostar al chico en la cama y lo esposan. Él, esposado a la cama totalmente desnudo puede ver a las chicas a los pies de la cama. Se empiezan a desnudar entre ellas, al mismo tiempo que se acarician y se dan unos besos deseosos de lascivia. Ante tal situación, el chico totalmente desnudo en la cama, está muy excitado. Rabea por no poder mover las manos hacia ellas, para acariciarlas, sentirlas. Ellas, desnudas, se suben muy sinuosamente a la cama, acariciando cada pedacito de cuerpo de él que van encontrando hasta llegar a la cabecera de la cama.
Lucía saca un pañuelo de seda de unos de los cajones de la mesilla de noche. Entre ella y Patricia le tapan los ojos. Patricia retira de un escondite cúbitos de hielo, sostiene uno entre los labios y  con él  empieza a recorrer los  pechos de él haciéndole estremecer. Una vez que se termina de derretir el cúbito de hielo Lucía sigue el rastro con su lengua, notando frío al mismo tiempo que nota su piel cálida. Al terminar, Lucía va al escondite y coge un poco de chocolate tibio, echa un poco en el torso y en los pezones de Rafa .Patricia empieza a saborearlo desde el pezón izquierdo, sigue el trayecto hasta acabar en el pezón derecho. Rafa se revuelve de placer, ellas tienen la duda de si sería de gustazo… Aunque ahora ya no hay rastro de chocolate, Patricia sigue lamiendo y mirando su cara. Él se esta mojando los labios…eso hace que ella se excita. En un momento de desprovisto ella se va a saborear aquella boca que tanto ansiaba. Ahora Lucía es la que sigue lamiendo por el torso y va descendiendo hasta pasar su lengua alrededor del ombligo. Lucía se dirige a Patricia con una mirada, dándole a entender lo que tiene que hacer.
Patricia saca nuevamente del escondite los cúbitos de hielo. Lucía coge un cúbito y lo roza en la línea desde el ombligo hacia el pubis…las sensaciones de Rafa se manifiestan en un grito. Un grito ahogado y gustoso. Se paró, apartó el cúbito, como ahora es tan pequeño Lucía  decide restregarse las manos con él hasta deshacerse. Con sus manos frías fue empezando a acariciar la parte  interior de los muslos de la pierna, ascendiendo hasta llegar a los testículos. Con sutileza, pasa sus yemas de los dedos, notando como su piel se eriza. Patricia se acerca, con su lengua lame la zona fría. Rafa está enloqueciendo solo de pensar cuándo podrá sentir esos labios juguetones de ellas. Lo creciente de su excitación bajo su pubis, pidiendo más de cada una de ellas, cada beso, cada caricia y cada roce de piel. Lucía, más impaciente,  se mete un cúbito pequeño en la boca y tras derretirse se dirige a su pene inhiesto. Se lo introduce milímetro a milímetro  mientras Patricia prodiga atenciones a sus testículos. Rafa tiene la constante sensación de estar a punto de estallar.
De ahí a un poco se cambian las tornas, Lucía baja a sus testículos y tras sopesarlos tiernamente se dedica a lamerlos soplando de vez en cuando para intensificar la sensación. Patricia con las dos manos abiertas las pasa por el torso, van ascendiendo como si un masaje se tratase. Al llegar a los pezones, los pellizca, le manda un par de lengüetazos pero no puede evitar mordisquearlos un poco. Rafa suspira sin cesar. Al verle la boca entreabierta pasa sus finos dedos por sus labios mojados, pero rápido los quita y los sustituye por su lengua, sin llegar a meterla en la boca. La lengua de Rafa se asoma buscando la de ella, antes de que se apartara y se fuera para su oreja. Le mordisquea el lóbulo y en un abrir y cerrar de ojos se va a saborear la boca traviesa de Rafa. No lo esperaba, pero le responde gustosamente y devorándole.
Mientras Lucía está la mar de entretenida besando sus testículos su sexo erecto se tensa con impaciencia, tan erecto que cada una de sus venas se marcan son excitación y que con tanta ansia por sentir  el tacto de ellas. Lucía ve ese tórrido beso y que sin poder resistirlo se une, breve pero intensamente. Vuelve a bajar para volver a lamer cada una de las venas de su miembro erecto. Mientras con las manos  masajea sus testículos se  introduce el glande en la boca y aunque él empuja sus caderas hacia arriba para meterlo entero Lucía no le deja. Se dedica a lamer esa zona, soplando, arañando suavemente con los dientes. Como  no sabe si ese pequeño momento de dolor le gusta  lo lame para aliviarlo.
Patricia se pone de tal manera que coincide su boca con el miembro del chico y la boca de Lucía, y su parte íntima está enfrente de la boca de Rafa. Él, con los ojos tapados y las muñecas agarradas, saca su lengua al sentir el húmedo y excitante olor del sexo. Se acerca con hambre, su lengua siente la suavidad de sus labios, su humedad salada, y comienza a recorrerlo de arriba a abajo, besándolo, lamiéndolo, mordisqueándolo todo lo que su posición le permite. Enloquece con las caricias y los besos de ellas mientras el se embriaga con el sabor del sexo de Patricia con la constante tensión de su pene erecto, siempre a punto de estallar de placer.
En un momento que Lucía levanta la cabeza Patricia saborea aquellos labios finos hasta que se entremezclan sus salivas. Patricia junta su mano con la de Lucía para masajear el miembro que estaba imponente. Se le hace boca agua y decide hacerle  unas lamidas alrededor del miembro mientras Lucía come el capullo, succionándolo profundamente, aumentando el ritmo tal y como quiere él. Como desea desde hace ya mucho tiempo llevándolo al limite una y otra vez. En un momento que Lucía para, Patricia abre su boca y  mete el pene de Rafa, apoyando sus manos en sus cachetes para marcar el ritmo, a veces entrecortaba para  succionar el capullo. Con la más mínima sensación, Rafa se estremece. Ellas, al verlo tan excitado y ante tal situación también se excitan.
Lucía le susurra algo a Patricia y acto seguido Lucía se retira y Patricia se pone encima de él. Con su mano coge su miembro y lo acerca a su parte íntima, bajándolo un poco más  lo nota rozando el clítoris. El pene se desliza por los sitios más recónditos pero ante la impaciencia de Rafa eleva su pubis para introducirle con suavidad, aunque lo que más desea es llegar de golpe hasta el fondo. Ella sentada encima de él, con sus manos en el torso, se mueve rítmicamente, notando milímetro a milímetro de su pene. Él no puede evitar suspirar y revolverse algo. Es entonces cuando Lucía decide soltarle pero el pañuelo de seda se lo deja puesto y le susurra “ni te lo quites, y más que vas a gozar por partida doble” .......